No se ni para que conservo esto. La razón por la que empezó a existir ya prácticamente no existe.
Vivo encerrado en un mundo donde nadie me promete nada, pero sin embargo tampoco me dicen que nada me será dado. En un mundo donde lo más cercano a una promesa fueron estar en un sillón 20 minutos sentados, como si realmente algo grande estuviera pasando. Vivo pensando en el momento en que alguna de esas cosas sea por mi, cuando ni siquiera mencionan a una persona, aunque definitivamente de alguien habla.
Estoy en un constante ir y venir por un mismo camino que nunca cambia: expectativa confusión negación emoción esperanza, seguridad, destrucción.
Todas las veces fue así el resto de las veces lo va a seguir siendo, no hay motivo alguno porque el que vaya a cambiar y eso me lo han dicho. Los monos por lo menos aprenden de sus errores, aunque sea a la tercera.
Para variar, es casi masoquista la forma en la que busco enterarme de las cosas. Y peor aun las formas de responderme. Desde ya, odio las frases que evaden responsabilidades.
Como buen tonto que soy, voy a dejar esto abierto, con la esperanza de, en algún momento de mi vida, publicar alguna buena nueva, mientras tanto el olvido de mi memoria (que de por sí muy buena tampoco es) es lo único que a esta parte de mi le espera.
Es una especie de regalo de cumpleaños adelantado, de mi para mi, siento que lo merezco más que nunca.
Del Negro Nicolás.
09/11/12 12:23 Hs.
No hay comentarios:
Publicar un comentario